Es muy común escuchar el “vamos a ver qué pasa”, en conversaciones donde se habla de un estado actual (a) y la proyección de un estado futuro deseado (b), este estado futuro generalmente es esperado como mejor al que se está viviendo o por lo que se está pasando. El “vamos a ver qué pasa” guarda la esperanza soñadora de que todo será y estará mejor, Cuando se utiliza se acompaña de cierto tono de pesar o a veces de ilusión, pero en el fondo esta expresión tiene un poder que nos influye. ¿Cómo?, evitando que decidamos hacernos cargo de las acciones necesarias para mejorar o transformar la situación que queremos. Es una expresión alienadora, es decir, que nos vuelve ajenos al control de nuestras posibles decisiones frente al hecho.
|